Semana 40 de embarazo – Llegada de la fecha prevista de parto

Experiencias comunes incluyen:

• Señales de parto: Estar atenta a contracciones más frecuentes e intensas que puedan indicar el inicio del trabajo de parto.
• Comunicación con el proveedor de atención médica: Mantener contacto constante para resolver cualquier inquietud o síntoma de último momento.
• Anticipación y emoción: La expectativa crece mientras se espera el momento exacto del parto, que puede ser impredecible.

Salud y bienestar de la madre

En esta etapa final, es crucial centrarse en la comodidad y la preparación:

• Preparativos finales: Asegurarse de que la bolsa de hospital esté lista con todos los artículos necesarios para la madre y el bebé.
• Reducción del estrés: Realizar actividades que promuevan la relajación y el confort.
• Estar lista para el hospital: Mantener comunicación con el proveedor de atención médica y estar preparada para dirigirse al hospital cuando inicie el trabajo de parto.

Consideraciones de salud y síntomas incluyen

• Presión pélvica: Aumento de la presión y la incomodidad a medida que el bebé se acomoda más en el canal de parto.
• Instintos de anidación: Un incremento en la energía para organizar y preparar el hogar.
• Signos de parto: Observación de la ruptura de aguas o el inicio de contracciones regulares.

Desarrollo del bebé

A esta altura, el bebé está completamente desarrollado y listo para el nacimiento:

• Crecimiento: Mide entre 50 y 51 cm de la cabeza a los pies y pesa entre 3400 y 3600 gramos.
• Desarrollo físico: Los órganos, incluidos los pulmones y el cerebro, están completamente preparados para funcionar fuera del útero.
• Posición para el parto: El bebé suele estar en posición cefálica, ideal para un parto vaginal.

Hitos del desarrollo:

• Desaparición del lanugo y el vérnix: El bebé puede haber perdido gran parte del lanugo y del vérnix, las capas protectoras de la piel.

Ultrasonido y pruebas diagnósticas

Una última revisión por ultrasonido puede ser realizada para confirmar la posición del bebé, la salud de la placenta y los niveles de líquido amniótico. Esto garantiza que todas las condiciones sean óptimas para un parto seguro y saludable.

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